MÓDULO 5: Feminismo, activismo y educación.

De qué hablamos. Médicos del Mundo. Aragón. Nuevos roles para la igualdad
¿De qué hablamos?
Yo, ¿qué pienso sobre esto?
Ver para creer
Y ahora ¿qué hacemos?

Para saber aún más
Tal y como recoge Mujeres en red: el feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII, aunque sin adoptar todavía esta denominación, y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarca¬do bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiera.

Algunas clasificaciones de los distintos feminismos o de las distintas manifestaciones del feminismo son:

  • el feminismo socialista,
  • el cultural
  • el radical
  • ecofeminismo
  • feminismos negros
  • transfeminismo
  • postfeminismo, etc.

Todas tienen en común que realizan una crítica a la desigualdad de poder de las mujeres frente a los varones y proclaman la promoción de los derechos de las mujeres.

Vivimos en una sociedad patriarcal, que trata de oprimir a las mujeres.

Los movimientos feministas pretenden: acabar con los sistemas jerárquicos y los roles sexuales dominantes en los sistemas sociales, políticos y económicos de todo el mundo.

Tras muchos años de reivindicaciones feministas la mayoría de los estados democráticos han establecido la igualdad formal de derechos, pero la realidad social nos demuestra que queda un largo camino por recorrer para obtener una verdadera igualdad.

El feminismo ha contribuido al desarrollo de la democracia defendiendo la igualdad entre hombres y mujeres, proclamando la promoción de los derechos.

El feminismo pretende crear un mundo en el que la sororidad,
la solidaridad entre las mujeres, sea cada vez mayor.

Es necesario promover una educación feminista, que fomente
otros modelos de relación equitativa y fomente una ciudadanía empoderada y transformadora.

Irene Martínez Martín señala que “no existe una educación neutra, ya que todo proyecto educativo asume una serie de valores, se dirige hacia una determinada intencionalidad y se define por unos objetivos y acciones concretas”.

Si aceptamos que vivimos en una sociedad machista, podemos asumir que la educación también está impregnada por estas desigualdades. Así que la pregunta es,

¿reproducimos o transformamos la educación machista?

Es interesante reflexionar sobre cómo despatriarcalizar la educación. Algunas preguntas para el debate, son:

¿De qué hablamos?
Yo, ¿qué pienso sobre esto?
Ver para creer
Y ahora ¿qué hacemos?

Para saber aún más